Proceso de selección
Saber escuchar es importante
Saber escuchar en una entrevista de trabajo es fundamental para procesar correctamente el mensaje de nuestro interlocutor y para ayudarle a sentirse cómodo
A veces no estamos del todo atentos en una entrevista de trabajo por diferentes motivos: cansancio, exceso de entrevistas con candidatos, preocupación por el trabajo o por asuntos personales…
En todo caso, tendrás que intentar sacar todo el jugo a la entrevista. Si escuchas bien podrás descubrir detalles relevantes sobre la personalidad del candidato: averiguar si la persona que tienes delante es ordenada o no, si es minuciosa, qué ideología tiene o cuáles son sus opiniones sobre distintos temas.
Además, la entrevista personal es un momento idóneo para recoger información verbal y no verbal sobre el candidato. Estos datos completarán la información que tienes sobre su CV profesional. Además, demostrar que le estás escuchando reconfortará al candidato y hará que la entrevista sea un intercambio cordial y amable, antesala de una posible contratación o en caso negativo, de una futura relación profesional. Nunca se sabe.
No olvides que algunos entrevistados estarán nerviosos y que ello puede dificulta una comunicación eficaz: puede que los nervios les traiciones y no proceses adecuadamente aquello que les intenteamos comunicar. Tú función como seleccionador es la de utilizar tus mejores técnicas para conseguir que el candidato se sienta cómodo y tranquilo.
Sigue estos consejos y técnicas para escuchar mejor al candidato:
Muestra una buena disposición. Escuchar puede hacerse muy difícil si no partes de una buena disposición: pensar que tu interlocutor es un pesado, que el tema no te interesa o que tienes prisa no ayudará en absoluto. Piensa que el candidato que vas a ver puede ser la persona que la empresa necesita. Recuerda que debes evitar hacer juicios sobre lo que oyes o ves en cada momento. Si los juicios son negativos, estos se van a ver reflejados en un gesto de desagrado, una mueca extraña o un movimiento de negación con la cabeza que desanimarán automáticamente al aspirante.
Interactúa con el candidato. Para demostrar tu interés al interlocutor puedes hacerle preguntas sobre el tema que estéis tratando. Repite aquellos puntos que quieres dejar claros si crees que son importantes, pero no lo hagas de manera insistente o repetida. Si utilizas esta técnica darás al entrevistado la impresión de que estás atento a sus palabras. Asiente con la cabeza para confirmar al interlocutor que le estás escuchando.
Sonríe y muéstrate amable. Una actitud hostil puede frenar al candidato más predispuesto. Intenta ofrecer una sonrisa suave, nunca forzada, que sea sincera y con la que tu interlocutor se pueda sentir cómodo. Evita las caras de hastío o desagrado. Muestra tu mejor cara.
Utiliza el resumen para cerrar la entrevista. Al final de la entrevista puedes hacer un resumen de los puntos que consideres más importantes. Esto demostrará a tu interlocutor que le has atendido y le darás pie a ampliar o a aclarar algún detalle que considere importante.