Ambiente de trabajo
¿Eres un jefe o un líder?
Tener las habilidades necesarias para inspirar y dirigir un equipo es satisfactorio y exigente al mismo tiempo
Liderar un equipo no te convierte en un líder, y un liderazgo ineficaz puede resultar en un mal desempeño de equipo. Un jefe es diferente a un líder. Un jefe puede ser un líder, pero no siempre es el caso.
El jefe es aquel que tiene un elegante despacho al final del pasillo. Un líder puede ser tu supervisor o el colega que se sienta a tu lado y comparte tu misma mesa. En este artículo hablaremos de las diferencias entre ser un jefe y ser un líder.
Un jefe intimida, un líder inspira:
Un jefe piensa en maneras para demostrar su autoridad y demandar respeto, en lugar de ganarlo. Hará todo lo necesario para mantener su poder y control.
Un líder inspira a su equipo a crecer y aprender. Desafía a su equipo resaltando sus fortalezas, mientras los ayuda a mejorar sus debilidades.
Un jefe observa, un líder enseña:
Un jefe observa todo lo que hace su equipo y resalta cada error que comenten. Crítica y amenaza a su equipo cuando tienen un mal desempeño.
Un líder trabaja mano a mano con su equipo, enseñándoles cómo se deben realizar las tareas correctamente para que los errores no vuelvan a ocurrir.
Un jefe oye, un líder escucha:
Un jefe oye lo que su equipo le dice, pero no actúa al respecto. Cree que su equipo debería resolver todos los problemas que se presenten, sin necesidad de feedback de su parte.
Escuchar al equipo es una parte primordial del éxito de un líder. Fomenta la conversación dentro del equipo y se pone manos a la obra cuando nota que su equipo tiene alguna preocupación.
Un jefe comanda, un líder pregunta:
“Necesito que hagas exactamente esto” es una de las frases más utilizadas por un jefe. Cuando un jefe da una orden, su equipo debe cumplir, sin hacer ninguna pregunta.
Unlíder pregunta a sus empleados cómo van de carga de trabajo y le da flexibilidad a su equipo para desempeñar las tareas asignadas.
Un jefe propone objetivos inalcanzables, un líder propone objetivos reales:
Un jefe exige que los objetivos sean alcanzados a toda costa. Su equipo generalmente tiene miedo a hacer preguntas y pierden mucho tiempo en priorizar y en determinar la estrategia.
El objetivo prioritario de un líder es lograr que todos compartan un objetivo común. Se asegura que todos los del equipo sepan lo que pueden aportar al proyecto.