Contratación y Salarios
¿Puede la empresa obligarme a pagar la reparación de su vehículo?
Analizamos en qué casos y en cuáles no puede la empresa obligarte a pagar la reparación de su vehículo en caso de accidente o avería
Cuando para realizar tu trabajo necesitas un coche de empresa es habitual que te surjan muchas dudas, ¿qué pasa si tengo un accidente o se produce un desperfecto? ¿Quién corre con los gastos? ¿Puede la empresa obligarme a pagar la reparación de su vehículo? Las respuestas a todas estas preguntas varían dependiendo del contrato de trabajo, de las circunstancias del accidente o avería o lo que se indique el en convenio colectivo y las normas internas de la compañía. Aún así, existen unas consideraciones generales que hay que conocer. En este artículo te explicamos en qué casos tendrías que pagar la reparación de un vehículo de empresa.
Reparación de un vehículo de empresa: quién paga
Antes de nada, hay que aclarar que aunque el empleado/a pueda disponer del coche de empresa en cualquier momento e incluso en su horario particular, este sigue siendo de la compañía y será ella quien responda generalmente ante cualquier inconveniente. Para ello, el vehículo estará convenientemente asegurado y en plenas condiciones para realizar las funciones que se le exigen. No obstante, hay algunos casos en los que el trabajador/a tendrá que asumir los costes e, incluso, enfrentarse a posibles indemnizaciones y/o sanciones por parte de la empresa.
Para ello, es muy importante consultar los convenios colectivos porque en algunos de ellos, sobre todo en los relacionados con el transporte de pasajeros y mercancías, existen referencias a las reparaciones de vehículos y accidentes.
Responsabilidad del trabajador/a
Si un trabajador/a tiene un accidente con el vehículo de la empresa o se produce una avería en el mismo, la clave está en discernir de quién es la culpa. Hay que tener en cuenta que el empleado/a tiene como una de sus obligaciones cuidar los medios de trabajo -como el vehículo- que la compañía le facilita y, por lo tanto, si los daños son derivados de un mal uso puede que tenga que pagarlos de su bolsillo aunque siempre dependerá de cada caso concreto.
Lo que sí que está claro es que la responsabilidad es del trabajador/a cuando el accidente se produce por una imprudencia grave, es decir, si no respeta las señales de tráfico, si ha conducido bajo los efectos de alcohol o drogas o si no ha asegurado bien la carga, por ejemplo. En esas circunstancias, la empresa puede reclamar al empleado/a las reparaciones que se produzcan. Como en cualquier otro accidente de tráfico, se tendrán que dirimir las responsabilidades de las partes y actuar en consecuencia.
Responsabilidades de la empresa
No obstante, existen algunas situaciones en las que la responsabilidad del accidente o avería recae en la empresa. Si la reparación se debe a un uso o desgaste normal del vehículo, el empresario/a se hará cargo de todas las revisiones y actualizaciones necesarias. Asimismo, cuando haya sanciones de tráfico o accidentes que hayan podido derivarse de deficiencias formales del vehículo, como puede ser la falta de documentación, ITV o un vehículo en mal estado, la compañía tendrá que correr con los gastos de los mismos.
Además, en las normativas de Prevención de Riesgos Laborales se indica que la seguridad vial de los trabajadores/as tiene que promoverse desde la empresa con prácticas que minimicen los riesgos de sufrir accidentes. Y es que es importante saber que si chocas con un vehículo de la empresa y se detecta que hay irregularidades en detrimento de tu seguridad, la compañía puede ser sancionada.
Reclamación de daños y perjuicios por parte de la empresa
En los casos más extremos, la empresa puede reclamar daños y perjuicios al trabajador/a y exigir una indemnización. Para que esta pueda prosperar se debe acreditar un comportamiento doloso y negligente, esto es, que el empleado/a haya actuado deliberadamente para causar un daño a la empresa. La legislación indica que el importe de de la reclamación no te la pueden descontar de la nómina sino que lo más habitual es pactar con el empleador una forma de pago conveniente a las dos partes.
No obstante, si no se llega a un acuerdo es posible acabar en los tribunales. Además, la empresa tiene la opción de sancionar o incluso despedirte de forma disciplinaria si considera que se ha producido un daño grave e intencionado.
No obstante, como hemos comentado al principio, es difícil determinar de forma exacta si la empresa puede obligarte a pagar la reparación de su vehículo sin conocer el caso concreto ya que depende de las distintas circunstancias que se den en cada caso.