Gestión del talento
Cómo aprovechar la técnica Pomodoro para gestionar mejor el tiempo
Esta técnica es una de las más célebres del mundo, ¿la conoces?
¿Sientes el peso de la improductividad sobre tu conciencia? ¿Crees que muchas veces pierdes el tiempo? ¿O eres de los que trabajan muchísimas horas, pero terminas la jornada con demasiado trabajo pendiente?
Si has respondido SÍ a estas preguntas, tal vez debas plantearte otra manera de gestionar mejor el tiempo. Una de las técnicas más utilizadas, tanto entre las personas que estudian como las que trabajan, es la denominada Pomodoro.
El desarrollo de esta técnica parte de una experiencia real. Tenemos que remontarnos hasta finales de 80 y hacer un viaje hasta la habitación de Francesco Cirillo, un estudiante italiano que tenía los mismos problemas que tú para concentrarse y gestionar su tiempo. Quería mejorar en época de exámenes y parece que lo consiguió, porque hoy millones de personas en el mundo se apuntan a lo de la técnica Pomodoro.
Pero, ¿por qué Pomodoro? Por pocas nociones que tengas de italiano, sabrás que pomodoro significa tomate. Esto es porque el origen de todo está en un temporizador de cocina con forma de tomate, que Cirillo tenía en la cocina de su casa. Hoy este hombre es ingeniero informático y se dedica a asesorar empresas. Por supuesto, tiene un libro, en el que relata las bondades de la Técnica Pomodoro. Aunque si quieres saber en qué consiste a grandes rasgos, puedes seguir leyendo.
¿En qué consiste la técnica Pomodoro?
La técnica Pomodoro parte de la necesidad que tenemos lo humanos de fragmentar el tiempo para conseguir nuestro mejor rendimiento. Habrás leído una y mil veces que no por echarle más horas, la productividad es superior. En realidad, lo más sensato es observar el funcionamiento de nuestro cerebro para adaptarnos a él. Algo así como surfear la ola en sincronía, aprovechando los picos de concentración y descansando cuando se producen los valles. Al final se trata de que hagas el trabajo en pequeños fragmentos de tiempo, cortos pero intensos, y que realices pequeños descansos al final de cada tramo. Lo que conseguiremos con esta técnica es exprimir al máximo el tiempo que tenemos disponible, pero de una forma lo más llevadera posible.
¿Cómo puedes aplicar la técnica Pomodoro a tu trabajo?
Veamos cómo funciona esto a la práctica, para que te resulte mucho más fácil aplicarlo. Lo primero que tendrás que hacer es ir a por un temporizador. Puedes utilizar el de tu cocina, el de toda la vida, o comprar un temporizador digital sencillo, mucho más preciso. Otra cosa que puedes hacer es usar tu móvil. También puedes instalarte una app específica de la técnica Pomodoro. Fíjate en las siguientes:
- Android: Pomodoro Timer, Pomodoro, Pomodoro Smart Timer
- iOS: Pomodoro Focus Timer, Focus To Do
Ahora, sigamos:
1. Lo primero que tienes que hacer es tener claros cuáles son tus objetivos. Te ayudará confeccionar un listado con todas las tareas que tienes que realizar durante la jornada. Es muy recomendable ordenarlas por prioridades e incluso por dificultad. Sitúa las más complejas primero y deja las más fáciles para el final.
2. Vamos a por la primera tarea. Con todos tus objetivos trabajarás con intervalos de 25 minutos: son los pomodoros. Ahí entra en juego el temporizador. Empieza a trabajar.
3. Cuando suene el temporizador, habrá llegado el momento de la pausa. Solo hacen falta 5 minutos. Es conveniente descansar: no sigas trabajando o haciendo otras tareas. Levántate, pasea, bebe un vaso de agua, aprovecha para ir al baño, tomar un tentempié o mirar al horizonte.
4. Transcurridos esos 5 minutos de descanso, regresaremos a la tarea: a por otro intervalo de 25 minutos.
5. En cuanto hayas cumplido cuatro franjas de 25 minutos, tendrás la oportunidad de hacer un descanso un poco más largo: 15 o 20 minutos estarán bien.
Ve tachando las tareas que vayas terminando. Cuando llegue el final de tu jornada, podrás valorar cómo te ha ido. Si eres como la mayoría, seguro que has conseguido incrementar tu productividad y concentración, terminando la jornada laboral con todas tus tareas (o casi todas) resueltas. ¡Aplica esta técnica en tu día a día!
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