Despidos

¿Cómo escribir una carta de despido?

Se trata de un documento que debemos entregar de manera obligada al empleado/a que es despedido/a

La carta de despido es un documento fundamental si es preciso despedir a una persona de la empresa. Aunque la decisión sea comunicada verbalmente (aunque esto no sucede siempre así), es conveniente y necesario que la notificación sea emitida a través de una carta. De hecho, si la notificación del despido no se realiza de la manera correcta, el proceso podría ser anulado y el despido ser declarado improcedente.

Lo primero que debemos tener claro es que el despido debe comunicarse formalmente por escrito a través de una carta de despido (como mínimo) y con 15 días de antelación. Si el despido es disciplinario porque se ha producido un hecho puntual por el que el trabajador/a no debe regresar a su puesto de trabajo (léase, una agresión a un compañero/a, por ejemplo) el despido podría ser inmediato, pero conviene asegurarse de que tenemos la posibilidad de demostrarlo en caso de que el empleado/a decidiera demandarnos alegando un despido improcedente. Por tanto, siempre que sea posible, debemos cumplir los plazos.

Pero vayamos ahora a otra formalidad importante: la carta de despido. ¿Sabes cómo redactarla?

¿Cómo escribir una carta de despido?

¿Cuándo hay que redactar una carta de despido?

Siempre que se produzca un despido, sea de la naturaleza que sea (objetivo, disciplinario o colectivo). Esta carta tiene que entregarse, como decíamos, con 15 días de antelación (como mínimo) y debemos asegurarnos de que el empleado/a la ha recibido. Si se la entregamos en mano, deberá firmarla. Si no puede ser de este modo, se la haremos llegar a través de burofax. En caso de que no quiera coger la carta, tendremos que asegurarnos de que contamos con los justificantes del envío. En el caso de que el despido no haya sido comunicado con la antelación exigida, la empresa pagará una indemnización por los días que resten, correspondiente al salario del empleado/a. Por esta razón no podrá declararse improcedente.

¿Qué debe incluir la carta de despido?

Hay una serie de elementos que no pueden faltar en una carta de despido. Si formalmente no es correcta, el despido puede llegar a ser considerado inválido o improcedente. Por tanto, debemos prestar mucha atención a la información que facilitamos y a la precisión de la misma, especialmente en cuanto a los motivos del despido. Veamos qué no puede faltar en este documento:

– Los datos del empleado/a y de la empresa: servirán para identificar a ambas partes.

– La comunicación expresa de despido: debe indicarse en el primer párrafo.

– Los motivos por los que se despide a esa persona: precisos y objetivos, porque no podrán cambiarse si debemos acudir más adelante a juicio.

– La cantidad económica que resulta como indemnización: si la hubiere, porque en caso de despido disciplinario no habrá cantidad alguna a indemnizar.

¿Cómo escribir una carta de despido?

¿Qué sucede si la carta no está bien redactada?

Si la carta de despido tiene defectos de forma o contenido, el despido puede ser declarado improcedente. Por eso es tan importante que la carta no incurra en ningún fallo. Si esto sucede, como empresa tendremos la oportunidad de generar un nuevo despido cumpliendo los requisitos y las omisiones del anterior, pero deberán mantenerse las causas. En ese caso, hay que tener en cuenta que:

– El segundo despido tendrá que hacerse en un plazo de 20 días desde la fecha del primero.

– Los salarios que correspondan a esos días de impasse tendrán que pagarse y, por supuesto, las cuotas a la Seguridad Social.

Otros aspectos formales a tener en cuenta para redactar una carta de despido

Lógicamente, la carta de despido tiene que redactarse con corrección, sin faltas de ortografía y con la debida formalidad expresiva. Es importante saludar y despedirse con cordialidad, agradeciendo al empleado/a su tiempo y dedicación. Debemos tener en cuenta que estamos ante un momento de gran tensión y de incertidumbre para esa persona. Por tanto, el tacto y la delicadeza son factores a tener muy en cuenta.

En el caso de que esa persona no quiera firmar la carta de despido porque no está de acuerdo con lo que allí se indica, debemos precisarle que para que pueda quedarse con una copia necesitará firmarla. Puede escribir lo siguiente: firmada a efectos de recepción, pero no conforme con el contenido. Si aun así no quisiera, se puede optar por la realización de una diligencia testifical, que no es otra cosa que pedir a dos personas que firmen como testigos de que se ha entregado la carta y el empleado se ha negado a firmarla. Lamentablemente, esta no es la mejor opción, de modo que si no queremos aplicarla, lo mejor siempre será hacerle llegar al interesado un burofax.

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