Gestión del talento
Millenials: no tan diferentes
¿Son los Millenials tan diferentes al resto de generaciones?
En mi trabajo de Consultor, tanto en la faceta de selección de candidatos para nuevas posiciones, así como en la de aconsejar a las empresas en las diversas políticas de gestión de personas, constato que existe una cierta inquietud, al mismo tiempo que se habla y se escribe mucho, sobre las diferentes generaciones que conviven en una misma empresa y las dificultades de gestión que ello conlleva cuando estas circunstancias no se trabajan y se tienen en cuenta adecuadamente.
Todos hemos oído o leído mucho en los últimos tiempos sobre lo referenciado en el párrafo anterior y hasta nos hemos llegado a familiarizar con términos más o menos acertados, Baby boomers, Generaciones X/Y, … y por último los “Millenials”.
¿Qué es un Millenial?
Yo empezaría por decir que ante todo se trata de una persona JOVEN, que después de una etapa de aprendizaje más o menos larga, inicia y se integra en el mundo laboral.
Algunos vemos con cierta perplejidad que los llamados “referentes de opinión” han conseguido convencernos de que se trata de una “raza sobrenatural” repitiéndonos hasta la saciedad, que el mundo profesional se ha seccionado en 2 orillas. La de los Millenials por un lado y la de los demás en frente, lo que no llevan a hacer pensar que puede tratarse de “seres extraterrestres” que de pronto nos hemos encontrado en las empresas.
A los Millenials, nacidos entre 1980 y 1995, se los etiqueta como una generación “infiel” a sus empresas, que no están dispuestos a permanecer en ellas si no hay evolución rápida, reconocimiento ni adaptabilidad a su visión de equilibrio de la vida. Se dice que por lo general, no entienden ni comparten los estilos de trabajo de sus jefes y hacen de su formación un punto diferenciador. No hace falta decir que dominan sobradamente la tecnología.
En el otro “lado de la mesa”, se nos ha convencido a fuerza de repetirlo de que las empresas están llenas de Managers “trogloditas” ególatras, anclados en formas arcaicas de trabajo, sin capacidad estratégica y por supuesto sin habilidades tecnológicas, más preocupados por mantener sus privilegios y silla, que en desarrollar sus áreas de actividad.
¿Es verdad lo que dicen muchas veces sobre ellos?
Les puedo asegurar que cuando me siento con un candidato en un proceso de selección, puedo encontrar talento, visión estratégica, habilidades, competencias, implicación… y por supuesto también todo lo contrario, sin importar que la persona sea un Millenial o un Baby boomer, o cualquiera de las generaciones alfabéticas que algunos han puesto de moda.
Si comparamos “peras con peras”, mi opinión es que la única diferencia entre 2 buenos candidatos, sin importar las generaciones, es que el uno puede tener más experiencia derivado de los años que lleva en el mundo laboral y normalmente sabe lo que quiere. El otro, aporta la magnífica realidad de ser un joven con toda la vida por delante, que quiere integrarse en una empresa dónde aprenda, se le tenga en cuenta, se pueda desarrollar, tenga proyectos y pueda aspirar a crearse un futuro en toda su extensión.
¿Es acaso esto muy diferente a lo que ha venido ocurriendo generación tras generación? Creo que no. Para mí está muy claro que las empresas están desarrollando cada vez más lo que podríamos llamar “áreas de convergencia”, que no es otra cosa que preveer de qué forma los “senior” pueden ayudar a realizar la transferencia de experiencia y conocimiento a los “junior”, que entre otras cosas aportan competencias y habilidades diferentes, pero absolutamente complementarias.
Es ahí donde radica precisamente una de las fórmulas para que los Millenials encuentren el camino y las empresas se beneficien de esa diversidad generacional.