Gestión del talento
¿Por qué las mujeres STEM siguen siendo minoría en las empresas?
Aún así, el porcentaje de mujeres que han elegido estudiar carreras STEM se ha incrementado un 21 % en 5 años
Solo el 13 % de las estudiantes de carreras STEM en España son mujeres. Lo dice un estudio de la Organización de Estados Iberoamericanos (IOE) que pone de nuevo la lupa en una brecha de género existente en muchos ámbitos de nuestra sociedad. El de la formación y los estudios no es una excepción. Especialmente cuando se trata de carreras científicas y tecnológicas, tradicionalmente copadas por una elevada cuota de hombres.
Las carreras STEM son aquellas que se enmarcan dentro de cuatro ámbitos básicos de conocimiento: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. De ahí el acrónimo STEM, por las iniciales de las palabras en inglés. Así, aunque más de la mitad de la población universitaria está formada por mujeres, su porcentaje de participación en carreras STEM es francamente reducido.
Esto pone en riesgo el cumplimiento del ODS 4, que es uno de los prioritarios en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, con el que quiere garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Pero, ¿por sigue sucediendo esto? ¿Cuáles son las razones por las que el porcentaje de mujeres en carreras STEM sigue siendo reducido?
Se buscan mujeres científicas
No encontramos más mujeres que hombres en el ámbito universitario y, por tanto, estas no llegan a sus profesiones vinculadas. No en la medida que sería deseable. Tampoco a la investigación científica. Según datos de la Unesco, tan solo el 28 % de las investigadoras científicas del mundo son mujeres. Casi no se las ve, de modo que no estamos tan lejos de la invisibilidad de las mujeres que hoy tratamos de recordar a través de la literatura, campañas e infinidad de materiales divulgativos: Marie Curie, Florence Nightingale, Rosalind Franklin o Rita Levi-Montalcini son solo algunos ejemplos.
Hay algunas carreras en las que sí existe paridad, como por ejemplo Medicina, Biología, Enfermería o Matemáticas. Pero ELLAS siguen sin estar poderosamente presentes en la Física, las Ingenierías o la Informática, que son, por cierto, las carreras que hoy ofrecen más oportunidades profesionales a sus estudiantes.
El auge de las mujeres en las empresas tecnológicas
Pero hay ámbitos en los que las mujeres están empezando a despuntar en cuanto a visibilidad. Y es que las mujeres han pasado a ostentar muchos puestos de alta dirección en grandes empresas tecnológicas, como por ejemplo Google, Facebook o Microsoft. Esta es una excelente noticia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las mujeres tan solo representan el 24 % de las empresas tecnológicas.
Para revertir esta situación, los expertos proponen distintas soluciones. Además de desplegar políticas para la conciliación personal y familiar, las empresas deben tener claro que la tecnología no tiene género. Pero es que además, deben apoyar aquellos proyectos en los que las mujeres tengan un papel protagonista, promoviendo la diversidad y la inclusión de todas las personas.
Se habla, además, de poner en marcha la contratación en el seno de las facultades de carreras tecnológicas, llegando a acuerdos con las mismas, para fomentar la empleabilidad entre las chicas que están estudiando o a punto de terminar su formación. Y cómo no, de participar en proyectos que inviten a las niñas a integrarse en un mundo que también es suyo: el de las profesiones STEM. Existen distintas iniciativas que persiguen este objetivo, como son No More Matildas, Girls in Tech, GirlsGonna, Power To Code o Aqua STEM son solo algunos ejemplos interesantes.
¿Un problema de creencias?
Hay algunos mantras que se repiten con tanta intensidad que, aunque inciertos, terminan por hacerse reales. Y esto es, en gran medida, lo que sucede. Las mujeres nos hemos empoderado y sabemos que podemos acceder a todas las profesiones. Sin embargo, seguimos apostando por las carreras de ciencias que tienen algún componente de cuidados (tradicionalmente atribuidos a las mujeres), como por ejemplo la enfermería o la medicina.
Pero hay datos que invitan al optimismo. El porcentaje de mujeres que han elegido estudiar carreras STEM se ha incrementado un 21 % en cinco años. Lo que sin duda es una excelente noticia para las mujeres, pero también para la sociedad. Son datos proporcionados por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), en la que se proporcionan un 80 % de los estudios científicos y tecnológicos de Cataluña.
¿Qué está pasando? ¿Están empezando las niñas y sus familias a creer en su capacidad por desarrollarse en carreras científicas y tecnológicas? La respuesta es sí. Y es que además, muchas mujeres científicas, estando en la cúspide de su carrera investigadora y profesional, trabajan intensamente por el empoderamiento de las niñas de hoy: nuestras mujeres de ciencia del mañana.
Cuestión de referentes, ¿quiénes fueron ellas?
Desde el año 2015 y tras haber sido proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el fin de conseguir el acceso y la participación plena y equitativa de las mujeres y las niñas en la ciencia.
Que las niñas persigan sus sueños y sean capaces de conquistar terrenos que hasta ahora se les habían negado o no se habían atrevido a explorar es una cuestión de referentes. ¿Sabías que hay infinidad de asociaciones trabajando para visibilizar las mujeres de ciencia?
Que las niñas conozcan y sepan que otras mujeres fueron capaces de hacer historia y dedicarse a profesiones en las que fueron invisibilizadas es de justicia. Para las mujeres de entonces, para las de hoy y las del futuro. Conocer sus referentes y cultivar, también desde las empresas, nuestra admiración les ayudará a estar seguras de que ellas también pueden conseguirlo. ¡Y tanto que pueden!
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