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Redes sociales y trabajo, ventajas e inconvenientes

¿Son de verdad las redes sociales una pérdida de tiempo o pueden, como se indica en algunos estudios, contribuir a la productividad?

No son pocas las distracciones con las que tenemos que lidiar dentro de nuestro horario laboral: el correo electrónico, los mensajes de WhatsApp, la mensajería interna, las llamadas de teléfono y por supuesto, las redes sociales. El acceso a este tipo de medios trae de cabeza a muchas empresas, que no dudan a la hora de prohibir el acceso a espacios como Facebook, Twitter o Instagram en el seno de sus organizaciones.
Pero, ¿son de verdad las redes sociales una pérdida de tiempo o pueden, como se indica en algunos estudios, contribuir a la productividad tal como lo hacen en los procesos reclutamiento 2.0?

 

Las redes sociales pueden aumentar la productividad

Muchos empresarios y empleadores no ven con buenos ojos que los trabajadores consulten las redes sociales desde sus puestos de trabajo. De ahí que limiten el acceso a esta clase de sitios desde los ordenadores de la empresa. Algunos trabajadores ven en esta prohibición un acto de desconfianza. De ahí que a estas  alturas, diferentes estudios nos hablen de que las redes sociales pueden llegar a aportar beneficios, oxígeno e incluso contribuir a la productividad.
Los expertos coinciden en que acceder a redes como Facebook o Twitter desde el trabajo no es tan malo y que de hecho, puede aportar ciertos beneficios a los empleados y en general, a la empresa. Pero, ¿cuáles?
Distraen, oxigenan y renuevan la capacidad de concentrarse. Pueden funcionar como herramienta de evasión para ayudarnos a relajar las tensiones propias del trabajo.
Informan. Las redes sociales son un espacio de actualidad y noticias, de modo que aportan información que puede resultarnos útil para nuestro día a día, también en el trabajo. Además, las redes son un espacio que puede ofrecernos pistas sobre consumo y tendencias y esto para determinadas profesiones es clave.
Aportan ideas. La creatividad es muy importante en casi todas las profesiones y las redes sociales nos aportan infinidad de contenidos interesantes e inspiradores.

Pero, ¿son siempre un recurso positivo?

La respuesta es no. Para que sean realmente productivas, las redes sociales tienen que usarse bien. Si accedemos a ellas de manera descontrolada e irracional pueden terminar perjudicándonos a nosotros y a la empresa. Por ello, sería interesante:
Limitar los accesos. Consultar cada cinco minutos las redes puede ser perjudicial para nuestra productividad porque perderemos el tiempo con una facilidad pasmosa. Hay que limitar las consultas, no enfrascarse en conversaciones y esperar a que termine nuestra jornada de trabajo para interactuar con todo aquello que nos interese.
Desactivar las notificaciones. Si no se necesitan para trabajar, existe la posibilidad de desactivar las notificaciones. Es un truco sencillo, pero que dará buenos resultados a todos aquellos que suelen distraerse con facilidad.
Guardar los artículos interesantes para después. Las redes sociales están llenas de contenidos interesantes, así que leerlos durante la jornada laboral puede ser una gran pérdida de tiempo. Lo más idóneo, en este caso, sería guardar los enlaces en un apartado de favoritos para consultarlos al terminar la jornada, de vuelta a casa en el metro o en cualquier otro momento libre.
¿Qué experiencia tenéis con las redes sociales en vuestras empresas? Podéis contar cuáles son vuestras políticas y opiniones en los comentarios.

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