Reclutamiento y selección de personal
10 cosas que no debes hacer en una entrevista como reclutador/a
¿Somos perfectos/as entrevistadores/as o cometemos gazapos a menudo? ¿Qué pasa si cometemos un error de bulto?
Hablamos largo y tendido sobre cómo debe comportarse y desenvolverse el candidato/a en la entrevista. Buscamos señales por todas partes para intentar saber si ese será o no será el profesional que nuestra empresa necesita. Pero, ¿nos estamos viendo a nosotros mismos? ¿Somos perfectos/as entrevistadores/as o cometemos gazapos a menudo? ¿Qué pasa si cometemos un error de bulto?
La entrevista de trabajo es un momento muy complejo para las personas que se enfrentan a ella. Están nerviosas, temen cometer errores, se encuentran inquietas por si conseguirán o no ese empleo… Por eso es importante que la persona que esté al otro lado, como reclutador/a, sepa gestionar el encuentro con acierto y profesionalidad.
Hoy queremos contarte qué diez cosas no deberías hacer nunca en una entrevista de trabajo como reclutador/a. Tal vez algunas te parezcan obviedades. Tal vez reconozcas que, aunque haya sido una sola vez, también has pecado desde tu posición.
1. No prepararse la entrevista de trabajo
Les pedimos encarecidamente a los candidatos que se preparen la entrevista, pero, ¿se la preparan todos los reclutadores/as? No prepararse el encuentro puede ser una auténtica pérdida de tiempo para ambas partes, porque no conseguirás sacar ningún jugo a la entrevista y, además, estarás dañando la marca empleadora de la empresa.
2. Emitir juicios de valor (equivocados)
Somos humanos y solemos hacerlo: emitimos juicios de valor y, más a menudo de lo que quisiéramos, nos equivocamos. En la vida esto puede jugarnos malas pasadas, pero en el trabajo podemos estar haciendo daño a dos partes. Al candidato/a, que injustamente no obtendrá el puesto que tanto desea y a la empresa, que por un juicio equivocado del reclutador/a, puede haber perdido un gran talento.
3. Cometer errores al leer los CV
¿Cuántos CV te llegan a la semana o al día? Si tienes múltiples procesos de selección abiertos, es normal que estés agotado/a. Por eso es recomendable contar con herramientas como las que te ofrece InfoJobs, que permiten hacer un filtrado pormenorizado de los CV, con filtros, etiquetas y killer questions que te ayudarán a conseguir los CV que te interesan y a descartar aquellos que no te aportan nada.
4. Ser demasiado rígido/a al citar al candidato/a
La flexibilidad hoy es más importante que nunca, lo sabes bien porque tu departamento se encarga de gestionar las jornadas de todos los empleados/as. Y estos exigen cintura. Lo mismo pasa con los candidatos/as. Es absurdo que seas demasiado rígido/a a la hora de concederles cita para entrevistarles, porque es muy posible que tengan otro trabajo al que deban acudir. Ofrécele, de partida, distintas opciones para concertar una entrevista.
5. Llegar tarde a la entrevista de trabajo como reclutador/a
Del mismo modo que no está bien que los candidatos lleguen tarde a una entrevista, tampoco es de recibo que tú hagas lo mismo. Tanto si estás en la empresa como si llegas de fuera, debes ajustar bien tus horarios para ser puntual en la cita. Hacer esperar al candidato/a demasiado tiempo es una falta de respeto que dañará considerablemente la imagen de la empresa y, por supuesto, echará al traste vuestra estrategia de employer branding.
6. Elegir preguntas poco valiosas
No vamos a estar sentados con el candidato/a una eternidad. La entrevista debe tener una duración breve, pero ser efectiva, de modo que lo más conveniente es seleccionar preguntas con las que el candidato/a pueda aportarnos mucha información. Te ayudará haber preparado con antelación y mimo la entrevista. Anota las preguntas y lánzalas para conseguir los datos que necesitas.
7. Hacer preguntas inadecuadas (o ilegales)
Cuidado con eso. Hay preguntas ilegales y absolutamente inadecuadas que no deben salir de ningún buen reclutador/a que se precie. Cualquier cuestión vinculada con el género, la orientación sexual, el estado civil, la situación familiar, la nacionalidad, la edad o las creencias religiosas no deben formar parte, en ningún caso, de la batería de preguntas que lances al candidato/a.
8. Interrumpir al candidato/a
Es lógico que lleves el rumbo de la entrevista, pero el encuentro no debe ser un monólogo. Si quieres conocer cómo es un candidato/a en realidad, tendrás que dejar que hable, se exprese y aporte aquello que considere. Debes invitarle a pronunciarse sobre las cuestiones que más te interesen y aprovechar ese momento para obtener información, no solo sobre aquello que él/ella quiere decir, sino sobre cómo lo comunica. Sé educado/a en todo momento y respeta los turnos de palabra.
9. Descuidar las formas y el vocabulario
El tono de la entrevista debe ser siempre formal y correcto. Que un candidato/a sea simpático y que tú lo seas también no significa que la entrevista deba convertirse en una charla de bar. Por eso es importante que en todo momento, y aunque el trato sea cordial, respetes las formas y cuides tu vocabulario. Es fundamental para preservar la imagen de la empresa.
10. Mostrar signos de soberbia
Terminamos con un último consejo, que no solo es válido para las entrevistas de trabajo. Nosotros diríamos que es básico para la vida. La persona que tienes delante busca una oportunidad laboral, como tú la buscaste un día. Trátale con respeto, de igual a igual, y sin mostrar un ápice de soberbia. No lo merece y diría muy poco, no solo de ti, sino de la organización a la que representas.
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