Ambiente de trabajo
Mantener la concentración: 5 consejos prácticos para ayudar a tu equipo
En nuestro día a día hay «ladrones de tiempo» que pueden acabar con nuestra productividad de un plumazo
Tras la pandemia por la COVID-19 y la irrupción del teletrabajo, las empresas han ido mutando a un plan de trabajo híbrido que pone a las empresas nuevos retos por delante.
Durante estos últimos meses, las organizaciones han propuesto a sus empleados la vuelta progresiva a las oficinas, aunque muchas han optado por un modelo de trabajo híbrido. De este modo, puede suceder que mientras una parte del equipo está trabajando desde casa, la otra lo están haciendo desde la oficina.
Sin embargo, ni unos ni otros están exentos de enfrentarse al peor enemigo de las personas que intentan mantener la concentración en algo. Estamos pensando en los ladrones de tiempo y en todos aquellos obstáculos del día a día que pueden acabar con nuestra productividad de un plumazo. Llamadas intempestivas, paquetes a la puerta de casa, conversaciones de WhatsApp, amigos inoportunos, urgencias familiares, niños con unas décimas de fiebre, etc.
Mantener la concentración en el trabajo es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los profesionales de hoy. No importa que estén en la oficina o que se encuentren en casa. Estos cinco consejos, que puedes transmitir a tus empleados, son imprescindibles para mantener la concentración y ser productivos durante el mayor tiempo posible, mientras dure nuestra jornada laboral.
1. Organizar visualmente las tareas a realizar
Es fundamental que antes de empezar el día, tanto en casa como en la oficina, tengamos claro qué tareas tenemos por delante. Se trata de tener un mapa mental – y físico – de aquello en lo que necesitamos emplear el tiempo.
Si sabemos que tenemos que entregar tres informes, seremos capaces de distribuir el tiempo de nuestra jornada laboral para culminar la tarea con éxito. De lo contrario, será mucho más fácil que nos distraigamos y la jornada discurra sin un objetivo claro por delante. Podemos emplear herramientas digitales (Asana, Coophi, Trello) o hacerlo a la manera tradicional, a través de una agenda o una libreta. Hagamos lo que hagamos, hay que tratar de hacer este plan visual, claro y atractivo.
2. Eliminar todas las distracciones detectadas
¿Qué es lo que suele robarnos más tiempo? Pequeñas distracciones (pero constantes en el tiempo) como mirar el móvil, responder mensajes de WhatsApp o consultar las redes sociales terminan traduciéndose en horas de productividad perdidas, que terminan por dejar huella en las horas en las que intentamos ser productivos. Porque cada vez que se produce una interrupción, nos cuesta otro rato volver a estar concentrados.
Poner el teléfono en modo Avión durante un rato, omitir la respuesta de mails o mensajería instantánea por un tiempo, cerrar la puerta del despacho y pedir que no nos interrumpan son algunas de las acciones que debemos llevar a cabo si lo que queremos es mantener la concentración. Aunque sea por intervalos de tiempo.
3. Fomentar la salud física y mental para mantener la concentración
Una mala alimentación, el estrés y, en general, el deterioro de nuestra salud física y mental no son buenos consejeros a la hora de intentar mantener la concentración. Es conveniente, pues, que tomemos conciencia de la necesidad de cuidarnos.
Desde el departamento de Recursos Humanos se pueden ofrecer consejos muy valiosos a los equipos y fomentar de manera directa programas para el consumo de agua, fruta y comida saludable, además de iniciativas para fomentar el ejercicio físico y la relajación, ya sea en la oficina o desde casa.
4. Generar un ambiente y un espacio de trabajo adecuados
¿Cómo son los lugares de trabajo que contribuyen a fomentar la concentración de las personas? Deben ser espacios limpios, ordenados y agradables, en los que predominen los colores neutros o aquellos que favorezcan la concentración (el verde, el azul y todas las gamas de color piedra son buenos aliados).
Las plantas suelen ser las invitadas perfectas para entornos saludables, además de mesas, sillas cómodas y espacios que inviten a la cooperación, el diálogo y el optimismo. Los conflictos deben ser resueltos a la mayor brevedad, con el objetivo de que no hagan mella en el equipo y terminen por distorsionar los objetivos comunes.
5. Disponer de espacios de tiempo para descansar y mantener la concentración
Se puede mantener la concentración un tiempo, pero no seguidamente, durante toda la mañana, por ejemplo. Nuestro cerebro es capaz de mantener la atención por unos 25 minutos (aunque este intervalo puede variar según la persona).
Lo ideal es ir haciendo pausas de cinco minutos y, a ser posible, levantarse para andar un poco, fijar la vista en el horizonte y tomar agua, té o un pequeño tentempié saludable. No estamos perdiendo el tiempo: estamos preparándonos para seguir concentrados.
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