Relaciones laborales
¿Por qué algunas empresas son escépticas con el teletrabajo?
Estas son las razones por las que son reticentes a implementarlo
Según datos de la III Radiografía del Teletrabajo en España elaborada por InfoJobs, más de 1,5 millones de personas trabajan en España. Y aunque desde el segundo trimestre de 2020 (en pleno estallido de la pandemia), el porcentaje de personas que teletrabajan ha sido decreciente, son muchas las empresas que han integrado el trabajo en remoto como modelo laboral perfectamente posible.
Tanto es así que 8 de cada 10 empresas consideran que el teletrabajo es una oportunidad para mejorar la conciliación de la vida profesional y personal, entre otras muchas ventajas. Sin embargo, no todas las empresas están dispuestas a adoptar el teletrabajo plenamente. Y es que, muy a pesar de que el sistema ofrece ventajas evidentes, también suscita ciertas preocupaciones y escepticismo por parte de algunas organizaciones.
A continuación, te contamos cuáles son las razones más comunes de las empresas que todavía son escépticas al teletrabajo.
1. El teletrabajo exige un esfuerzo extra en materia de seguridad
La seguridad de los datos y la ciberseguridad son un desafío vigente y primordial para cualquier empresa en los tiempos que corren. Y es posible que muchas organizaciones dejen de plantearse el teletrabajo como opción precisamente por eso. 6 de cada 10 empresas consideran que esta fórmula exige un esfuerzo extra en materia de seguridad, al permitir que los empleados/as trabajen desde ubicaciones fuera de la oficina. Los riesgos de seguridad y la posibilidad de que quede expuesta información confidencial podrían ser un obstáculo de peso para las organizaciones que no apoyan el teletrabajo como opción.
2. Trabajar desde casa reduce la implicación del empleado/a y la interacción con los compañeros/as
La comunicación y la colaboración efectivas son fundamentales para el éxito de cualquier organización. Algunas empresas pueden temer que el teletrabajo obstaculice la comunicación y la colaboración entre los empleados/as. Está claro que las interacciones casuales en la oficina, como conversaciones en el pasillo o reuniones improvisadas, se pierden en un entorno de teletrabajo. Más de la mitad de las organizaciones (59%) consideran una desventaja importante que se reduzcan las interacciones e implicaciones del trabajador/a con la empresa y sus compañeros/as.
3. El teletrabajo recorta la posibilidad de control por parte de la empresa al trabajador/a
Una de las principales preocupaciones que tienen las empresas sobre el teletrabajo es la percepción de que perderán el control y la supervisión directa sobre los empleados/as. Esta falta de visibilidad puede aumentar la ansiedad de los empleadores, ya que les preocupa que los trabajadores/as no sean tan productivos si desempeñan sus tareas a distancia.
4. Dificulta la desconexión digital del empleado/a
De acuerdo con el informe publicado por InfoJobs, las empresas también tienen muy presente la desconexión digital. Más de la mitad de las organizaciones encuestadas (59%) consideran que una de las principales desventajas del teletrabajo tiene que ver con el hecho de que las fronteras entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal queden mucho más difusas. Por tanto, esta también podría ser una de las razones por las que las empresas deciden pasar de puntillas por el modelo del teletrabajo.
5. No todos los trabajos son compatibles con el teletrabajo
Es una evidencia: no todos los trabajos son compatibles con el teletrabajo. Algunos roles requieren la presencia física en el puesto, como son los relacionados con la fabricación, los servicios prestados a clientes o la atención médica. Las EPA revelan que poco más de un 20% de los empleos son aptos para el teletrabajo, pero ya hemos visto que el porcentaje apenas supera el 7%. Ocurre que las empresas con una cultura organizativa tradicional pueden ser escépticas en cuanto al teletrabajo debido a la resistencia al cambio. La mentalidad arraigada en la presencia física en la oficina como indicador de productividad puede dificultar la adopción del trabajo remoto.
En conclusión, está claro que el teletrabajo puede ser una modalidad efectiva para muchas empresas, pero no es una solución universal. Las preocupaciones sobre el control y la supervisión, la seguridad de los datos, la naturaleza del trabajo, la comunicación y la cultura organizativa pueden contribuir al escepticismo de algunas organizaciones.
Esto no significa que a medida que la tecnología y las prácticas laborales continúen evolucionando, las empresas no apuesten por superar estas preocupaciones y encuentren las soluciones organizativas más adecuadas para aprovechar los beneficios del teletrabajo.