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5 pistas para reconocer si tus empleados no están en el puesto adecuado
Muchas personas tienen responsabilidades que no se ajustan exactamente al empleo que siempre habían soñado. Hoy queremos darte cinco pistas para saber si tus trabajadores están o no en el puesto adecuado.
La crisis económica que estalló en 2008 ha provocado que, durante muchos años, hayan sido muchos los profesionales que han tenido que conformarse con empleos que no se ajustaban a su nivel o expectativas laborales. Otro fenómeno que se ha reproducido es un asentamiento prolongado en los puestos de trabajo, por el temor a perder el empleo. Esto ha hecho que muchas personas estén trabajando en empresas o tengan responsabilidades que no se ajustan exactamente al empleo que siempre habían soñado. Esta circunstancia puede mermar el potencial de tus equipos de trabajo y descentrar los objetivos de la empresa a corto y largo plazo. Hoy queremos darte cinco pistas para saber si tus trabajadores están o no en el puesto adecuado.
1. El ritmo laboral les impide tener vida personal.
Observa bien a tus empleados. ¿Se llevan siempre el trabajo a casa? ¿Salen a las 10 de la noche de la oficina? Si sospechas que su ritmo laboral está ahogando su vida personal, quizá deberías reflexionar. No disponer de tiempo para vivir terminará repercutiendo negativamente en su puesto de trabajo. Si crees que un empleado en concreto está sufriendo en su posición, quizá deberías proponerle un cambio o sencillamente ajustar un poco su ritmo de trabajo y jornada laboral para que se sienta más cómodo y sea, en definitiva, más feliz y productivo.
2. No están a gusto en sus equipos.
Es completamente normal. Como en nuestra vida personal, en el trabajo también se producen desavenencias. Si crees que el equipo que has configurado no se adapta bien y que hay alguien que está teniendo problemas, deberías hacer algo al respecto. Para empezar, es necesario que hables con ellos para saber de primera mano qué está pasando. Si el encaje es imposible, puede que tengáis que hacer algún cambio. Beneficiará a ese empleado en concreto, pero también al trabajo en común.
3. Su carrera profesional se ha estancado.
Muchos empleados llegan a la empresa con unas aspiraciones profesionales claras, pero al cabo de un tiempo, se dan cuenta de que son imposibles de alcanzar. Algunos creen objetivamente que no tienen posibilidades de escalar posiciones, ni de llegar al objetivo que se propusieron en un principio. Para conocer la situación de cada uno de tus empleados no te quedará otra que comunicarte con ellos. De este modo, seguramente puedas detectar si alguien cree que se encuentra estancado en su puesto y está trabajando muy por debajo de sus posibilidades. Quizá haya llegado el momento de proponerle explorar nuevas metas y puede que, si el trabajador es valioso, estas se encuentren dentro de la misma empresa. Ganará él, pero también ganará el proyecto.
4. Los proyectos nunca llegan a buen término.
Puede que tu empresa no cuente con una política de escucha activa o que los distintos estadios por los que tienen que pasar cada uno de los proyectos que se proponen desde abajo sean una perfecta odisea. La sensación de que todo el trabajo que se ha hecho no ha servido para nada puede decepcionar a tus empleados y generar en ellos una gran desazón. Observa qué es lo que está ocurriendo para abordar los cambios que consideres necesarios.
5. No tienen ganas de ir a trabajar.
Trabajar es un vehículo que nos permite conseguir el dinero que necesitamos para vivir. Esto está claro. Pero, puestos a trabajar, ¿no es mejor hacerlo en aquello y del modo en que nos hace más felices? Habla periódicamente con tus empleados para descubrir si han perdido las ganas de acudir a su puesto de trabajo y disfrutar de nuevos proyectos. El hecho de no tener ganas de ir a trabajar puede que tenga que ver directamente con problemas que tienen solución: quizá podáis acordar un cambio de departamento, aparcar responsabilidades o adquirir de nuevas, etcétera.
Si la solución no llega a través de ninguna de estas vías, quizá haya llegado el momento de poner fin a vuestro camino profesional. Ser valiente y arriesgar es una responsabilidad de las dos partes que os llevará al beneficio común.
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