Gestión del talento
¿Qué es el onboarding y cómo puede ayudarte?
Un buen onboarding puede ayudarte a disfrutar del mejor talento por mucho tiempo
Incorporarse a una empresa no es un proceso fácil de partida. Por muy seguros que estemos de nosotros mismos, al llegar a un lugar nuevo nos invade la incertidumbre. El primer día suelen mezclarse la emoción y los nervios. Y es perfectamente normal: nuestro organismo reacciona ante una situación de estrés que nos permitirá adaptarnos a ese contexto nuevo, con nuevos compañeros y nuevas responsabilidades. Por eso es tan importante que las empresas tengan bien definidos sus procesos de onboarding.
Seguro que la palabreja no te sueña a chino. El onboarding es todo un concepto. Ya en los años 80 se usaba esta expresión para definir el proceso de incorporación que una empresa ha diseñado para que un empleado se aclimate a una organización. A través del onboarding se pretende facilitar la integración de los empleados desde el primer día que llegan hasta que consiguen familiarizarse plenamente con la empresa y comienzan a desarrollar su carrera. Hoy la necesidad de realizar estos procesos de onboarding es más necesaria que nunca.
¿Estás haciendo onboarding en tu empresa?
¿Qué hacen los empleados cuando llegan a tu empresa en su primer día? Seguramente seas consciente de que las personas que se incorporan a tu organización ya se han formado una primera impresión del carácter de tu empresa. La mayor parte de ellas, hasta un 81 %, se han informado bien antes de inscribirse a la oferta. Por tanto, partimos de que, en un principio, están convencidos de la decisión que han tomado. Otra cosa es lo que suceda a partir de ahora.
El primer día es muy importante. Es muy lógico que en esas primeras horas cualquier persona sienta cierto grado de nerviosismo e incertidumbre. Está aterrizando en un lugar nuevo, en el que pasará buena parte de su jornada, y en el que compartirá muchas horas con compañeros y compañeras nuevos. Nuestra responsabilidad como empresa es garantizar una incorporación lo más positiva posible, en la que esa persona se sienta bien acogida, informada y respaldada por su equipo.
El plan de onboarding de la empresa debe facilitar la correcta integración del empleado durante esos primeros días a través de sesiones de formación y acogida, en las que se proporcione toda la información que necesita para incorporarse a la empresa, comenzar a desarrollar sus funciones y asumir sus responsabilidades. ¿El objetivo? Que el talento que acabamos de reclutar no se escape por la puerta a los pocos meses de haber llegado, ya sea porque hemos cometido un error durante el proceso de selección o porque no hemos hecho un onboarding adecuado.
¿Por qué es importante para el empleado un buen onboarding?
Un proceso de onboarding no solo es positivo para el empleado, sino que es fundamental y necesario. ¿Por qué? Pues porque a través de esta aclimatación conseguiremos que esa persona comience a sentirse parte de la organización desde el principio. El onboarding nos permite dar a los empleados nuevos una bienvenida cálida en la que será su casa (esperemos que por mucho tiempo) y sentirán que su talento importa y conviene.
A través de un buen onboarding estarán informados de todo aquello que necesitan saber. Y no solo nos referimos a las funciones y responsabilidades por las que han sido contratados, sino también al funcionamiento de la empresa, a las rutinas y sistemas de trabajo, que les permitirán comenzar a buen ritmo. Si están motivados desde el principio, porque sienten que este es su lugar en el mundo, trabajarán desde el optimismo y aportando toda su energía. Y si esto sucede, no solo en los primeros días de trabajo, sino en los siguientes, conseguiremos que el talento se quede en la empresa por mucho tiempo.
¿Qué ventajas tiene el onboarding para las empresas?
Como puedes imaginar, el onboarding no solo es beneficioso para los empleados. Las empresas ven repercutida esta iniciativa en distintos aspectos, uno de los más importantes (y que ya hemos mencionado anteriormente) es la retención de talento. Si los trabajadores se sienten bien acogidos e informados, evitaremos que se marchen a la primera de cambio. Y reducir la tasa de rotación es uno de los mayores quebraderos de cabeza de las empresas hoy. Por tanto, lo estaremos haciendo bien por esa parte.
Pero hay más. Está demostrado que los empleados que se encuentran mejor integrados y tienen claras cuáles son sus funciones y responsabilidades, son capaces de trabajar más orientados a sus objetivos y ofrecen mayores tasas de productividad. Con todo esto, estaremos reduciendo los costes de contratación, que suelen dispararse hasta cotas insospechadas cada vez que el talento decide marcharse de la organización. Especialmente cuando lo hace al poco tiempo de haberse incorporado.
Diseñar un buen proceso de onboarding es fundamental si queremos que los trabajadores se sientan cómodos en nuestra empresa desde el primer día y comiencen a trabajar plenamente integrados. ¿Es esta vuestra asignatura pendiente para el nuevo curso? Pues manos a la obra: veréis compensado el esfuerzo con creces.
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