Jornada laboral
Horas extraordinarias: aprende a gestionarlas
Las horas extraordinarias tienen que gestionarse bien. Te contamos cómo
Está claro. Las horas extraordinarias son un tema habitual en el entorno laboral, especialmente en momentos de alta demanda o proyectos urgentes. Saber cómo gestionarlas correctamente no solo es clave para cumplir con la legalidad, sino también para proteger el bienestar del equipo y mejorar la productividad. En este artículo, te explicamos qué son las horas extra, qué dice la ley, y cómo gestionarlas de forma eficaz, con herramientas prácticas y ejemplos reales.
¿Qué son las horas extraordinarias?
Las horas extraordinarias o «horas extra» son aquellas que un empleado/a realiza fuera de su jornada laboral ordinaria, según lo establecido en su contrato o convenio colectivo.
Legislación vigente en España
Según el Estatuto de los Trabajadores (artículo 35):
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El número máximo de horas extraordinarias permitidas es de 80 al año, salvo por fuerza mayor.
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Deben compensarse con descanso equivalente o remunerarse económicamente, según lo acordado.
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Las horas extra voluntarias, salvo en casos de emergencia, requieren el consentimiento del trabajador/a.
Además, deben registrarse correctamente en el control horario obligatorio desde el Real Decreto-ley 8/2019.
¿Por qué es importante gestionar bien las horas extra?
Una mala gestión de las horas extraordinarias puede traer consigo riesgos legales, desmotivación del equipo, pérdida de productividad y aumento del absentismo. En cambio, una gestión eficaz:
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Asegura el cumplimiento legal.
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Previene el burnout y promueve el bienestar.
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Mejora la planificación de recursos humanos.
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Incrementa la satisfacción y el compromiso laboral.
Buenas prácticas para gestionar las horas extraordinarias
1. Establece un sistema de control horario eficaz
Utiliza herramientas digitales para registrar la jornada laboral y cumplir el control horario de forma automatizada. Esto te permitirá identificar excesos y tomar decisiones proactivas.
Herramientas recomendadas:
– Sesame HR
– Bizneo
– Clockify
Estas plataformas permiten llevar el registro de horas trabajadas, programar alertas de exceso de jornada y generar reportes para auditorías o inspecciones.
2. Planificación anticipada del trabajo
Revisa periódicamente la carga de trabajo y anticipa los picos de producción o entregas importantes.
Ejemplo:
Una empresa de logística prevé un aumento de demanda en Black Friday. En vez de recurrir a horas extra no planificadas, refuerza su plantilla temporalmente o reestructura turnos con antelación.
3. Establece límites claros
Define en la política interna de la empresa:
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Cuándo se pueden hacer horas extra.
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Cómo se solicitan y aprueban.
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Cómo se compensan (económicamente o con descanso).
Esto da transparencia y evita abusos.
4. Compensación justa y flexible
Permitir que las horas extra se compensen con días de descanso puede mejorar la conciliación. Ofrécelas siempre como una opción, nunca como una imposición.
Ejemplo:
Un desarrollador/a trabaja dos horas extra en un lanzamiento importante. Se le ofrece descanso equivalente durante la misma semana para evitar acumulación de fatiga.
5. Fomenta la cultura de la eficiencia, no del presentismo
La solución a los problemas de carga laboral no debe ser sistemáticamente hacer horas extra. Fomenta la gestión del tiempo, la delegación y el trabajo por objetivos.
Cómo comunicar internamente la política de horas extraordinarias
La política de gestión de horas extra debe ser:
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Clara: redactada en lenguaje accesible.
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Visible: disponible en el portal del empleado/a o manual de bienvenida.
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Participativa: consulta a los trabajadores/as o comités antes de implantarla.
Indicadores clave para evaluar el uso de horas extra
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Promedio mensual de horas extraordinarias por empleado.
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Áreas o departamentos que más las solicitan.
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Número de horas extra no compensadas.
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Relación entre horas extra y productividad.
Estos KPI te ayudarán a detectar ineficiencias estructurales o necesidades de refuerzo de plantilla.
¿Cuándo las horas extra son una señal de alerta?
– Si son habituales y recurrentes, no puntuales.
– Si afectan la salud o motivación del equipo.
– Si sustituyen sistemáticamente la contratación de nuevo personal.
En estos casos, conviene revisar la estructura de trabajo o los procesos internos.
Las horas extraordinarias son una herramienta útil si se usan con responsabilidad. Una empresa que sabe gestionar correctamente las horas extra no solo cumple la ley, sino que demuestra compromiso con la salud y el rendimiento de sus trabajadores/as.
Adopta un enfoque proactivo, usa tecnología, define políticas claras y mide su impacto. Solo así convertirás las horas extra en una estrategia eficaz, no en un problema crónico.