Enfermera o enfermero, ¿qué habilidades son clave para contratar?

Es una de las profesiones más demandadas, incluso ahora que ya hemos superado la pandemia. Aunque en su momento la profesión sufrió un boom en cuanto a demanda, hoy en el sector sanidad siguen faltando tantos profesionales como entonces. Y la de enfermera o enfermero es una posición clave a la hora de contratar: el 42% de las ofertas que se publican están dentro de la subcategoría de Enfermería, según datos del último informe laboral InfoJobs ESADE.

Faltan profesionales para ocupar vacantes en centros médicos y hospitalarios y es lógico que a la hora de contratar seamos menos restrictivos en cuanto a la idoneidad de los perfiles. Sin embargo, también es preciso sacar la lupa y estar atentos/as para detectar todas aquellas habilidades que son clave durante el proceso de contratación. Esto nos ayudará a elegir a los profesionales más adecuados y, por supuesto, a reducir la rotación laboral dentro de la organización.

Para contratar al mejor enfermera o enfermero, estas son las cinco habilidades clave que en ellos debes buscar.

1. La empatía, fundamental en un enfermero o enfermera

La empatía es una de las habilidades más importantes que debe manejar un enfermero o enfermera. Su trabajo cotidiano, en la mayoría de casos, se desarrollará en el contexto asistencial, de modo que tendrá el deber de escuchar a personas que necesitan atención médica. Si no hay empatía en los profesionales sanitarios, el servicio que debe prestarse no será de óptima calidad y estaremos fallando como centro asistencial.

Por tanto, hay que buscar estas habilidades en la entrevista de trabajo con el enfermero o enfermera, realizando preguntas acerca de qué harían en determinadas situaciones o planteando ejemplos reales para conocer cómo actuarían o qué habilidades consideran que son clave para resolverlas.

2. La capacidad para trabajar en grupo

Buena parte del trabajo que realiza un enfermero o enfermera se realiza en coordinación con un grupo de personas, habitualmente dirigidas por un responsable o supervisor. Por tanto, es fundamental que en el proceso de contratación de ese profesional seamos capaces de evaluar sus habilidades en el trabajo en equipo.

Una buena manera de conocer sus capacidades y predisposición es realizando preguntas específicas sobre experiencias anteriores, que nos den pistas sobre cómo actúa esa persona trabajando en grupo, qué facilidades ofrece a los demás y, por supuesto, de qué pie cojea.

3. Comunicación

En el ámbito asistencial la comunicación es imprescindible. Tener habilidades comunicativas resulta fundamental para que el trato con el paciente sea el que este necesita y en un hospital, un centro médico o una residencia, el enfermero o enfermera se encontrará con personas muy diversas.

Por tanto, tendrá que ser habilidoso a la hora de transmitir información y, si es necesario, bajar el nivel técnico para que pacientes y familiares puedan comprender exactamente qué tratamiento se les aplicará, cómo deben ser los cuidados en el domicilio o qué tipo de patología le han diagnosticado.

No hay que perder de vista que los pacientes pasan mucho más tiempo con el profesional de enfermería que con los propios médicos. Una buena manera de captar las habilidades del enfermero o enfermera es planteando una situación simulada, en la que este deba mostrar sus habilidades comunicativas.

4. Habilidades organizativas

El enfermero o enfermera es, en esencia, un profesional multitarea. A lo largo de su jornada puede llegar a tener decenas y decenas de tareas por delante, que van más allá de los cuidados propiamente entendidos como tales. Hay que organizar la medicación, redactar partes, trasladar la información a los compañeros, escalar consultas, atender familiares y un largo etcétera, muchas veces interminable.

Por tanto, es fundamental que en la entrevista con el enfermero o enfermera seamos capaces de obtener información sobre cómo se organiza en el día a día, de qué manera establece sus prioridades y las del resto del equipo y cómo resuelve las situaciones de urgencia, si se producen. Un buen enfermero o enfermera sabrá trasladar al entrevistador sus habilidades organizativas, que además irá mejorando y perfeccionando con el tiempo.

5. Adaptabilidad

Si hay algo que han sabido demostrar los profesionales sanitarios a lo largo de estos últimos tres años es su capacidad para adaptarse. Lo hicieron durante la pandemia, de modo que no hay obstáculo que pueda impedírselo ahora. Sin embargo, algunos profesionales son más flexibles que otros y tienen en su ADN el poder de adaptarse como verdaderos camaleones.

En este sentido, para detectar sus habilidades, conviene preguntarles directamente sobre cómo han sobrellevado los cambios que se han ido produciendo en su vida profesional, incluyendo, por ejemplo, modificaciones en los turnos de trabajo, los cambios en las atribuciones o responsabilidades, las nuevas herramientas o tecnologías, etcétera. Su experiencia hablará por ellos y te dará pistas de si estás contratando o no al mejor profesional.

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