Gestión del talento
¿Cómo conseguir que tus empleados se vuelvan a enamorar del trabajo?
Que tus empleados se vuelvan a enamorar del trabajo depende, en parte, de ti. ¿Sabes cómo hacerlo?
Celebramos que nos queremos en San Valentín. Nos decimos te quiero, montamos una salida en pareja o incluso preparamos una cena romántica. Son cosas de la tradición, aunque en realidad, lo importante, más allá de las fechas en el calendario, es quererse de verdad. Algo parecido pasa en nuestras empresas, pero lo cierto es que no todos los empleados/as pueden confesarse enamorados/as de su trabajo.
El informe State of the Global Workplace Report 22 de la consultora Gallup revela que el 27 % de los españoles no están contentos con el clima laboral que se respira en las empresas. Parte de culpa la tienen la imposibilidad de alcanzar las aspiraciones laborales. Algunos, sin embargo, aunque sienten que están haciendo el trabajo que les gusta, han caído presos del desencanto.
Del mismo modo que la rutina causa estragos en las parejas, puede hacerlo en los puestos de trabajo. El hecho de que no estén bien cubiertas las necesidades de los empleados/as también puede ser una causa importante para el desenamoramiento.
Para ayudarte a conseguir que los trabajadores se vuelvan a enamorar del trabajo, nos hemos fijado en la pirámide de Maslow, elaborada por el psicólogo Abraham Maslow, que señala hasta cinco niveles de necesidades diferentes:
- Básicas (alimentación y descanso)
- Seguridad (salud, trabajo y vivienda)
- Afiliación (relaciones y aspecto)
- Reconocimiento (valoración personal, dignidad)
- Autorrealización (crecimiento personal)
Según Maslow, a medida que se van satisfaciendo las necesidades básicas, se van subiendo escalones y las personas pueden alcanzar cada vez metas más elevadas. Si lo equiparamos con el empleo, tendremos la oportunidad de ayudar a nuestro equipo a recuperar la motivación y conseguir que se vuelvan a enamorar del trabajo. ¡Manos a la obra!
1. Salario y jornada laboral, claves para volver a enamorarse
Estamos en el nivel básico, el que Maslow determina como uno y el que cubre las necesidades más básicas de un empleado/a. Todos trabajamos a cambio de un salario, de modo que este nivel debe estar bien cubierto. Por tanto, hay que ajustar debidamente los salarios, revisarlos y considerar si están siendo justos. De hecho, con la subida del salario mínimo este es un ejercicio que tendrán que hacer muchas empresas.
Otra cuestión que conviene llevar a revisión es la de las jornadas laborales. ¿Está respetando la empresa el derecho a la desconexión digital de los trabajadores/as? ¿Se están regulando bien (y pagando) las horas extras? ¿Están soportando los empleados/as cargas de trabajo excesivas? Si tienes alguna duda, déjate ayudar por la calculadora de sueldos de InfoJobs.
2. ¿La empresa está ofreciendo seguridad en el puesto de trabajo?
Subimos de nivel y abordamos una cuestión clave, la de la seguridad. Se trata de un factor muy importante para los individuos, que necesitan sentir que tanto sus contratos de trabajo como la relación con su empresa son completamente sólidos.
Debemos aportar soluciones que refuercen la seguridad de los empleados/as mediante seguros de salud, programas para el bienestar físico y mental, apoyo psicológico, etcétera. Se trata, en definitiva, de que en nuestra organización, que es la suya, se sientan tan seguros como en casa. El salario emocional tiene muchísimo valor para las nuevas generaciones.
3. Cultivar las relaciones personales y el vínculo con la empresa
Como organización tenemos una responsabilidad enorme: que nuestros empleados/as se sientan vinculados a la empresa. Debería ser parte de nuestra estrategia de employer branding. Por eso es imprescindible que seamos activos en la puesta en marcha de medidas e iniciativas que ayuden a los trabajadores/as a sentirse identificados con el espíritu de la empresa.
Muchas parejas han perdido el hábito de comunicarse y la relación se ha ido al traste. No es tan distinto a lo que sucede en algunas organizaciones. La emoción del principio ya ha pasado, pero no podemos dejar que los días se vuelvan grises y la desilusión termine por empañarlo todo. Cultivar las relaciones personales y poner en marcha iniciativas en las que todos y todas participen es clave para que tu gente vuelva a enamorarse de tu casa.
4. Reconoce a tus empleados para que se vuelvan a enamorar del trabajo
La falta de reconocimiento en el trabajo por parte de sus jefes es una de las cuestiones que más preocupa a los empleados/as españoles. ¿Lo sabías? Aunque a ti pueda parecerte prescindible, no lo es para los trabajadores/as. Son muchos los que sienten inquietud por no ver nunca reconocido su trabajo, especialmente cuando han logrado un hito o han terminado un proyecto que ha resultado exitoso.
Por tanto, es importante compensar a los empleados/as, tanto en lo económico como en lo personal, celebrar las metas alcanzadas y compartirlas con otros departamentos. Es una manera estupenda de entrenar el hábito en todos y añadir un plus de motivación a las jornadas.
5. Aprender y formarse: la clave para volverse a enamorar del trabajo
Todos sabemos lo importante que es formar a los equipos. Necesitamos subirnos juntos al tren de la digitalización y seguir abordando los retos de una sociedad más cambiante que nunca. Pero, ¿sabes cómo son tus empleados/as y qué necesidades tienen? Algunos perfiles, como los más conformistas y conservadores, han perdido las ganas de seguir formándose. Sin embargo, el aprendizaje es fundamental para cualquier ser humano, del mismo modo que lo es tener metas y objetivos en la vida.
Tú puedes proporcionarles esta oportunidad, con la que seguramente se darán cuenta de que siempre es un buen momento para seguir aprendiendo y afrontar nuevos e interesantes retos. No importa si es una meta sencilla, como seguir perfeccionando su nivel de inglés o si se trata de un objetivo más elevado, como aprender sobre inteligencia artificial.
La formación y el desarrollo están en la cúspide de la pirámide. En nuestras manos está que que los empleados/as consigan alcanzarla y vuelvan a enamorarse del trabajo.
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